
Dentro de este concepto resulta ventajoso mejorar la eficiencia y eficacia de los herbicidas por medio del uso de químicos complementarios como son los acidificantes y coadyuvantes, ya que además de sus cualidades, bajas dosis y precio de los mismos no representan ningún incremento importante en los costos de la aplicación.Después de investigaciones realizadas principalmente en los Estados Unidos en la década de los noventas, surgieron en diversas revistas agrícolas algunas recomendaciones referente a la necesidad de acondicionar la acidez de las aguas utilizadas en la aplicación de productos fitosanitarios en general.
Según los argumentos citados en estas publicaciones, muchos de los plaguicidas se ven afectados negativamente por el grado de alcalinidad que contenga el agua utilizada en la preparación del caldo de aplicación al degradarse la sustancia activa del plaguicida en otra sustancia inactiva, a esta reacción con el agua se le denomina «hidrólisis alcalina» por lo que se recomienda reducir la acidez del agua hasta un pH cercano a 5 mejorando con ello su estabilidad y efecto