La exigente actividad profesional de entregar asesorías en nutrición vegetal a un diverso espectro de empresas hortofrutícolas, motiva una constante búsqueda de respuestas a incontables y permanentes inquietudes de los administradores de dichas explotaciones.

En definitiva, el acicate de incrementar la productividad como una eficaz herramienta para una “productora agrícola”, frente a mercados abiertos, donde los precios de los productos ( comodities ) son inestables, conduce a una permanente innovación tecnológica aplicada.

Para el tema de la nutrición vegetal, los avances en investigación son cuantiosos en las diversas áreas que convergen en la nutrición; entre ellas:

  1. los avances de la tecnología de los transportadores (polioles-carrier-quelatos) para facilitar la introducción de los nutrientes (y plaguicidas);
  2. las mejoras de los sistemas de inyección en fertirrigación, que homogenizan totalmente la distribución de las disoluciones nutritivas a nivel de emisores – goteros-;
  3. el impresionante avance en las tecnologías de nebulizadores y boquillas para los rocíos foliares, que facilitan gotas pequeñas y uniformes, provocando un altísimo cubrimiento sobre la masa foliar;
  4. las nuevas y revolucionarias formulaciones de productos foliares ( nutrientes y plaguicidas ) como es la micronización de partículas, con reducción de partes de ingredientes activos, aditivos penetrantes, etc.
  5. nuevas investigaciones fisiológicas sobre procesos enzimáticos, rol de co factores minerales en dichos procesos; tal como el sorprendente papel que parece desempeñar el Silicio; los tiempos de de traslocación de diversos aniones y cationes al interior de la planta; la identificación casi a detalle por donde los distintos iones se intercambian en zonas específicas de las raicillas, para penetrar al interior del torrente savial del xilema; etc, etc.

Todo este conjunto ( y mucho más sin mencionar aún ) dista de ser conocido y menos aún aplicado entre los productores y empresas agrícolas.

Mención especial, debo emitir, al cada vez más clarificado panorama, que entregan los microbiólogos sobre el rol de la biótica en la rizosfera; allí están los PGPR, micorrizas y en especial papel que desempeña la cadena de artrópodos, nematodos, ombrices, hongos, actinimycetes, bacterias y virus. La sostenibilidad de las actividades agrícolas, dependen en definitiva del cuidado, renovación y desarrollo de esta cadena.

FUENTE